El fin de los paraísos fiscales y el crecimiento de la industria offshore estadounidense

El fin de los paraísos fiscales y el crecimiento de la industria offshore estadounidense

Por Marcelo Gutiérrez

El mundo quebrado en dos bloques: EEUU y el resto del planeta. Mientras que el resto del mundo se prepara para intercambiar información bancaria, Estados Unidos disfruta de exenciones y confidencialidad.

Durante años, muchas jurisdicciones se beneficiaron de sus regímenes de baja o nula tributación y leyes que aseguraban la confidencialidad sobre entidades legales y cuentas bancarias. Sin embargo, ese mundo está desapareciendo rápidamente y el planeta se está quebrando en dos bloques: Estados Unidos y el resto del mundo.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es el organismo que promueve (y presiona) a los distintos países del mundo para que avancen hacia la transparencia y el intercambio de información alrededor del mundo; esa presión parece no llegarle a Estados Unidos.

El Foro Global es el departamento de impuestos de la OCDE, donde representantes de las Autoridades Fiscales de todos los países del mundo se reúnen constantemente para generar mayor presión sobre los países que todavía no cumplen con los estándares internacionales. Para controlar el avance hacia la transparencia, el Foro Global audita las normas internas de todos los países con el fin de medir el nivel de transparencia que existe en cada uno.

Aunque parezca increíble, Estados Unidos es el mayor socio y quien más recursos económicos contribuye para el presupuesto de la OCDE, pero a su vez es el único país del mundo que no está dispuesto a compartir información bancaria a través del Estándar de Reporte Común (CRS, por sus siglas en ingles) creado por la OCDE.

Para tornar esta situación un poco más sarcástica aún, el Foro Global emitió un informe de auditoría (Peer Review Report) sobre Estados Unidos, en donde no aparecen las carencias verdaderas de las regulaciones americanas y esto resulta insultante para los demás países. De esta manera el Foro Global demostró no ser imparcial acerca de la conducta de Estados Unidos para con los asuntos de transparencia internacional.

La excusa de Estados Unidos para negar el intercambio de información bancaria bajo los estándares de la OCDE es que el país ya dispone de un mecanismo de reporte llamado FATCA que incluye una versión recíproca llamada IGA 1. Es cierto que esta versión existe y son varios los países que firmaron este tipo de acuerdo con el país de Donald Trump, sin embargo, la reciprocidad no funciona bajo las mismas condiciones. Las leyes bancarias en el gran país del norte no permiten a las Autoridades Fiscales obtener información sobre los beneficiarios finales de entidades legales, saldos bancarios, intereses de bonos, ganancias de capital ni ingresos del exterior, entre otros.

Mientras que el resto del mundo se prepara para intercambiar información bancaria, pólizas de seguros, fideicomisos, directores y beneficiarios finales de sociedades de modo automático, en Estados Unidos todavía disfrutan de exenciones tributarias y confidencialidad sobre compañías, fideicomisos, pólizas de seguros y cuentas bancarias.

Uno por uno los paraísos fiscales tradicionales (y los no tradicionales) van cayendo bajo los estándares de transparencia internacionales. Comenzó en el año 2009 con la caída del muro del secreto bancario suizo, la resistencia panameña fue arrasada con los «Panamá Papers» y el presidente Cameron acabó con el secreto en Inglaterra y los países del «Commonwealth» (incluidas las Islas Vírgenes Británicas y Caimán). A su vez las jurisdicciones independientes como las Bahamas, Hong Kong, Singapur, Emiratos Árabes, Belice y otras, están modificando sus leyes locales para estar en cumplimiento de la OCDE. Al mismo tiempo que sucede esto, Estados Unidos crece como el único país donde todavía se puede encontrar derecho a la intimidad.

Fruto de las características del país, una creciente competición fiscal avanza entre los diferentes Estados y territorios de Estados Unidos.

Delaware es famosa por permitir que sus compañías conserven la información de dueños de forma confidencial y privada; Nevada y Pensilvania mantienen regímenes muy similares.

Las flexibles leyes fiduciarias de Alaska y Dakota del Sur forjaron su camino hasta transformarse en los mayores administradores de fideicomisos en Estados Unidos. Por su parte, Vermont es la jurisdicción más usada para seguros de vida y aseguradoras captivas, y muy recientemente EE.UU. aprobó la primera legislación para la constitución de Fundaciones usadas para la planificación familiar y la administración de fortunas.

Puerto Rico, Islas Vírgenes Americanas, Islas Mariana y Samoa Americana mantienen un régimen fiscal híbrido que les permite estar exentos de CRS como de FATCA, al mismo tiempo y su industria financiera parece estar en su mejor momento.

Ocasionalmente se han hecho esfuerzos para frenar el papel de los EE.UU. como un «paraíso fiscal» – pero por lo general estos esfuerzos fueron derrotados por los «Lobbistas» de Wall Street. El proyecto del IRS (REG-146097-09), para dar información provocó reacciones adversas de congresistas y senadores de EE.UU. Los 25 congresistas del Estado de Florida escribieron al presidente Obama señalando su oposición al mismo. De esta carta citamos:

«La regulación causará serios e irreparables daños a la economía norteamericana. A causa de las leyes de privacidad de los EE.UU., se estima que los extranjeros no residentes mantienen depósitos por más de 10 trillones de dólares en instituciones financieras norteamericanas.»

«… Por más de 90 años, los EE.UU. han reconocido la importancia de los depósitos extranjeros y se han abstenido de gravar con impuestos los intereses generados por ellos o requerir que se reporten…»*

La evasión fiscal de residentes es ilegal alrededor del mundo, sin embargo, la de no residentes parecería ser solo un asunto moral. Como cualquier tradición moral, para transformarse en una guía ética de la sociedad es necesario consciencia común, reconocimiento público y apoyo de los políticos. El presidente Trump no parece estar muy a favor de compartir información con el resto del mundo, pero por otro lado algunos grandes bancos estadounidenses están exigiendo a sus clientes extranjeros pruebas de cumplimiento fiscal como requisito obligatorio para evitar futuros problemas.

* Fuente: Carta firmada por Congresistas del Estado de Florida dirigida al presidente Barack Obama, 2001.